El prisionero
Del otro lado de una ventna
Sobre un jergón de dura sobra
Él está solo, solo ante un muro
Con ese aire que lo penetra
No ven sus ojos la otra Tierra
En leve sangre se ha resumido
En sangre leve, grave, inocente
Que va temblando por sus arterias
Desnudo, prieto contra sí mismo
Sus solos bienes son aire y sangre
Y ellos se unen en un poema
Que opone al Tiempo su desafío.