Carl Sandburg

Plegarias de acero – CARL SANDBURG

Tiéndeme sobre un yunque, ¡oh Dios! Golpea y martilla transformándome en palanca. Déjame inspeccionar viejas y flojas paredes. Déjame levantar y aflojar viejos cimientos. Tiéndeme sobre un yunque, ¡oh Dios! Golpea y martilla transformándome en clavo de acero. Clávame en las vigas que mantienen unido a un rascacielo. Toma remaches calientes al rojo y afírmame …

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Baño – Carl Sandburg

Baño Un hombre vio el mundo entero como una calavera riente y un par de huesos cruzados. La carne rosada de la vida se encogió hasta desaparecer de todos los rostros. Nada cuenta, nada. Todo es falsedad. Polvo al polvo, ceniza a las cenizas, y una antigua tiniebla y un silencio inútil. Lo había visto …

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Carl Sandburg

Diez definiciones de poesía – Carl Sandburg

1. Poesía es una proyección en el silencio de cadencias ordenadas a romper ese silencio con definidas intenciones de ecos, sílabas, longitudes de onda. 2. Poesía es el diario de un animal marino, viviendo en tierra, deseoso de volar en el aire. 3. Poesía es una serie de explicaciones de la vida, perdiéndose en horizontes …

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El camino y la meta – CARL SANDBURG

El camino y la meta He de recorrer la senda al crepúsculo por donde vagan las sombras del hambre y transitan los fugitivos del dolor. He de recorrerla en silencio, de mañana, y ver deslizarse la noche en el alba, oír cómo se levantan lentos los vientos poderosos allí donde son altos los árboles que …

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Carl Sandburg

Ellos preguntan: ¿también Dios se siente solo?

Cuando Dios amontonó un puñado de polvo y escupió en él, y moldeó la forma del hombre, y sopló infundiéndole vida, y le dijo que caminara –ese ese fue un gran día. ¿Hizo esto Dios porque Se sentía solo? ¿Se dijo Dios que debía tener compañía y para eso haría al Hombre andar por la …

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Felicidad – CARL SANDBURG

Pedí a los profesores que enseñan el sentido de la vida que me dijeran qué es la felicidad. Fui a ver a los afamados ejecutivos que comandan el trabajo de miles de hombres. Todos menearon la cabeza y me sonrieron como si yo tratase de engatusarlos. Y un domingo por la tarde fui a pasear …

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