Tienes la cabeza inclinada y me miras, y tu vestidura es blanca, y un seno asoma por el encaje suelto sobre el hombro izquierdo. Me rebasa la luz; tiembla y toca tus brazos desnudos. Vuelvo a verte. Palabras cerradas y rápidas decías, que ponían corazón en el peso de una vida que sabía de circo. …
Categoría: Salvatore Quasimodo
Y súbito la noche – SALVATORE QUASIMODO
Hendido por un rayo de sol todo hombre está solo sobre el corazón de la tierra; de pronto, la noche que cierra.
Ciudad muerta – SALVATORE QUASIMODO
Inútilmente, ¡oh manos! removéis bajo el polvo: la ciudad está muerta. Sobre el Naviglio todos oyeron el zumbar siniestro. El ruiseñor en cuyo arpegio se anunciaba el tramonto cayó desde la antena del convento. A qué buscar el pozo si ya no tienen sed los vivos… A qué palpar sus cuerpos hinchados y rojizos: dejadlos …
No he perdido nada – SALVATORE QUASIMODO
Todavía estoy aquí, el sol gira a mis espaldas como un halcón y la tierra repite mi voz en la tuya. Y recomienza el tiempo visible en el ojo que redescubre la luz. No he perdido nada. Perder es ir al otro lado de un diagrama del cielo por movimientos de sueños, un río lleno …
La tierra incomparable – SALVATORE QUASIMODO
Hace tiempo que te debo palabras de amor: o tal vez sean las que cada día huyen deprisa apenas pronunciadas y la memoria las teme, que transforma los signos inevitables en diálogo enemigo enconado del alma. Tal vez el rumor de la mente no deja oír mis palabras de amor o el miedo al eco …