Si algunas veces resulta lógico atenerse a la apariencia de los fenómenos, este primer canto termina aquí. No seáis severos con aquel que hasta ahora sólo ha estado probando su lira: ¡de ella se desprenden tan extraños sonidos! Sin embargo, si queréis ser imparciales, tendréis que admitir un fuerte sello personal en medio de sus …
Categoría: Lautréamont
Los cantos de Maldoror, 1, 8 – LAUTRÉAMONT
Al claro de luna, cerca del mar, en los parajes solitarios de la campiña, uno ve, sumido en amargas reflexiones, que las cosas revisten formas amarillas, vagas, fantásticas. Las sombras de los árboles, de pronto rápidas, de pronto lentas, corren, van y vuelven, variando sus formas, aplanándose hasta adherirse a la tierra. En la época …
Los cantos de Maldoror, 1, 7 – LAUTRÉAMONT
Hice un pacto con la prostitución para sembrar el desorden en las familias. Recuerdo la noche que precedió a esta peligrosa asociación. Vi ante mí una tumba. Oí que un gusano de luz, grande como una casa, me decía: «Voy a iluminarte. Lee la inscripción. No proviene de mí esta orden suprema». Una inmensa luz …
Los cantos de Maldoror, 1, 6 – LAUTRÉAMONT
Hay que dejarse crecer las uñas durante quince días. Entonces, qué grato resulta arrebatar brutalmente de su lecho a un niño que aún no tiene vello sobre el labio superior y, con los ojos muy abiertos, hacer como si se le pasara suavemente la mano por la frente, llevando hacia atrás sus hermosos cabellos. Inmediatamente …
Los cantos de Maldoror, 1, 5 – LAUTRÉAMONT
He visto durante toda mi vida, sin encontrar una sola excepción, a los seres humanos de hombros estrechos ejecutar actos estúpidos y numerosos, embrutecer a sus semejantes, y pervertir a las almas por todos los medios. Justifican sus acciones con un nombre: la gloria. Al presenciar tales espectáculos quise reír como los otros; pero ello, …
Los cantos de Maldoror, 1, 3 – LAUTRÉAMONT
En pocas líneas dejaré establecido que Maldoror fue bueno durante los primeros años de su vida en los que conoció la felicidad; ya está dicho. Luego descubrió que había nacido malo: ¡fatalidad extraordinaria! Ocultó su carácter lo mejor que pudo durante muchos años; pero finalmente, a causa de esta contención opuesta a su naturaleza, todos …
Los cantos de Maldoror, 1, 4 – LAUTRÉAMONT
Hay quienes escriben para lograr los aplausos humanos mediante nobles cualidades del corazón que la fantasía inventa o que ellos puedan tener. Pero yo hago servir mi genio para representar las delicias de la crueldad. Delicias ni efímeras ni artificiales, sino que, nacidas con el hombre, terminarán cuando él termine. ¿No puede el genio aliarse …
Los cantos de Maldoror, 1, 2 – LAUTRÉAMONT
Lector, quizá desees que invoque al odio en el comienzo de esta obra. ¿Quién te dice que no has de aspirar, sumergido en infinitas voluptuosidades tanto cuanto quieras, con tus orgullosas ventanas nasales amplias y afiladas, volviéndote de vientre al modo de un tiburón en el aire hermoso y negro, como si comprendieras la importancia …
Los cantos de Maldoror, 1, 1 – LAUTRÉAMONT
Quiera el cielo que el lector, animoso y momentáneamente tan feroz como lo que lee, encuentre sin desorientarse su camino abrupto y salvaje a través de las ciénagas desoladas de estas páginas sombrías y rebosantes de veneno; pues, a no ser que aplique a su lectura una lógica rigurosa y una tensión espiritual equivalente por …
Una máxima… – LAUTRÉAMONT
Una máxima, para estar bien hecha, no necesita corrección. Necesita que se la desarrolle.
En la desdicha… -LAUTRÉAMONT
En la desdicha, los amigos aumentan.
Con la música… – LAUTRÉAMONT
Con la música a otra parte.
Hay escritores rebajados… – LAUTRÉAMONT
Hay escritores rebajados, bufones peligrosos, juglares de tres al cuarto, mistificadores sombríos, verdaderos alienados que, deberían poblar Bicétre. Sus cretinizantes cabezas, que han sido desprovistas de una teja, crean fantasmas gigantescos, que bajan en vez de subir. Ejercicio escabroso; gimnasia especiosa. Grotesca maniobra de prestidigitador. Si os place, retiraos de mi presencia, fabricantes, por docena, …
No demostréis carecer… – LAUTRÉAMONT
No demostréis carecer del sentido más elemental de las conveniencias ni poseer mal gusto respecto del creador.
Los primeros principios… – LAUTRÉAMONT
Los primeros principios deben estar fuera de discusión.