En la noche un ruido de agua. ¿Ruido? Escuchad el canto. El agua choca contra el sauce caído y deshace bajo la luna toda su red melódica: canta un triunfo sereno e iluminado, sola, toda la noche, sola, por entre el follaje abatido. ¿canto un triunfo o es la queja agreste por la gracia vencida …
Categoría: Juan L. Ortiz
No es tu luz, Octubre… – JUAN L. ORTIZ
No es tu luz, Octubre. Ni son los pájaros y las flores. Ni tampoco es el verde nuevo, no. Es el silencio del canto. Un silencio que casi nos angustia de tan puro y nos hunde en vértigos delicados hasta las presencias secretas o las fisonomías adorables e indecisas de una dicha que sube y …
Lluvia – JUAN L. ORTIZ
Todo el día mi alma hoy estará suspensa de la voz del agua, como en un sueño mojado. La voz del agua dulcemente cierra el mundo! ¡La voz del agua! Todo el día seré un niño que se está durmiendo. La vida será sólo una voz querida.
Sí, mi amiga – JUAN L. ORTIZ
Sí, mi amiga, estamos bien, pero tiemblo a pesar de esas llamas dulces contra junio… Estamos bien… sí… Miro una danzarina en su martirio, es cierto, con los locos brazos, ay, negando la ceniza y el crepúsculo íntimo… Estamos bien… Cummings que se va, muy pálido, al país que nunca ha recorrido, mientras Debussy enciende …
Para que los hombres – JUAN L. ORTIZ
Para que los hombres no tengan vergüenza de la belleza de las flores, para que las cosas sean ellas mismas: formas sensibles o profundas de la unidad o espejos de nuestro esfuerzo por penetrar el mundo, con el semblante emocionado y pasajero de nuestros sueños, o la armonía de nuestra paz en la soledad de …
A la orilla del río… – Juan L. Ortiz
A la orilla del río … A la orilla del río un niño solo con su perro. A la orilla del río dos soledades tímidas que se abrazan. ¿Qué mar oscuro, qué mar oscuro, los rodea, cuando el agua es de cielo que llega danzando hasta las gramillas? A la orilla del río dos vidas …
Fui al río… – JUAN L. ORTIZ
Fui al río, y lo sentía cerca de mí, enfrente de mí. Las ramas tenían voces que no llegaban hasta mí. La corriente decía cosas que no entendía. Me angustiaba casi. Quería comprenderlo, sentir qué decía el cielo vago y pálido en él con sus primeras sílabas alargadas, pero no podía. Regresaba —¿Era yo el …
Tarde – JUAN L. ORTIZ
Tarde El mundo es un pensamiento realizado de la luz. Un pensamiento dichoso. De la beatitud, el mundo ha brotado. Ha salido del éxtasis, de la dicha, llenos de sí, esta tarde, infinita, infinita, con árboles y con pájaros de infancia ¿de qué infancia? ¿de qué sueño de infancia?