Amé todas las pérdidas. Aún retumba el ruiseñor en el jardín invisible.
Categoría: Antonio Gamoneda
Hay un anciano ante una senda vacía… – ANTONIO GAMONEDA
Hay un anciano ante una senda vacía. Nadie regresa de la ciudad lejana; sólo el viento sobre las últimas huellas. Yo soy la senda y el anciano, soy la ciudad y el viento.
No tengo miedo ni esperanza… – ANTONIO GAMONEDA
No tengo miedo ni esperanza. Desde un hotel exterior al destino, veo una playa negra y, lejanos, los grandes párpados de una ciudad cuyo dolor no me concierne. Vengo del metileno y el amor; tuve frío bajo los tubos de la muerte. Ahora contemplo el mar. No tengo miedo ni esperanza.
Hubo un tiempo en que mis únicas pasiones… – ANTONIO GAMONEDA
Hubo un tiempo en que mis únicas pasiones eran la pobreza y la lluvia. Ahora siento la pureza de los límites y mi pasión no existiría si dijese su nombre.
ANTONIO GAMONEDA – Poemas cortos – Tengo frío
Tengo frío… Tengo frío junto a los manantiales. He subido hasta cansar mi corazón. Hay yerba negra en las laderas y azucenas cárdenas entre sombras, pero, ¿qué hago yo delante del abismo? Bajo las águilas silenciosas, la inmensidad carece de significado. Click para leer más poemas de Antongio Gamoneda
Existían tus manos – ANTONIO GAMONEDA
Antonio Gamoneda Existían tus manos Existían sus manos Un día el mundo se quedó en silencio; los árboles, arriba, eran hondos y majestuosos y nosotros sentíamos bajo nuestra piel el movimiento de la tierra. Tus manos fueron suaves en las mías y yo sentí la gravedad y la luz y que vivías en mi …
Amor – Antonio Gamoneda
Amor Mi manera de amarte es sencilla: te aprieto a mí como si hubiera un poco de justicia en mi corazón y yo te la pudiese dar con el cuerpo. Cuando revuelvo tus cabellos algo hermoso se forma entre mis manos. Y casi no sé más. Yo sólo aspiro a estar contigo en paz y …
Amé las desapariciones – ANTONIO GAMONEDA
Amé las desapariciones y ahora el último rostro ha salido de mí. He atravesado las cortinas blancas: ya sólo hay luz dentro de mis ojos.
Blues del nacimiento – ANTONIO GAMONEDA
Nació mi hija con el rostro ensangrentado y no me la dejaron ver despacio. Nació mi hija con el rostro ensangrentado pero me la quitaron de las manos. Mi hija ahora ya va a hacer tres años y habla conmigo y ella ve mi rostro. Mi hija ahora ya va a hacer tres años y …