Yo te veo, Señor, con un hierro encendido, quemándome la carne hasta los huesos… Sigue, Señor, que de ese hierro han salido mis alas y mi verso.
Y quiero que sea superior a mí mismo y extraño a mi cerebro… que no sepa yo nunca cómo y por qué lo he hecho; que ...
Quiero ganar mi verso, este verso: y quiero que vaya quedo, raudo y sereno como mi dardo certero, al corazón del ...
Qué hay un verso que es mío, sólo mío, como es mía, sólo mía, mi voz. Un verso que está en mí y en mí siempre ...
No quiero el verbo raro ni la palabra extraña; quiero que todas, todas mis palabras —fáciles siempre a los que ...
Poesía… tristeza honda y ambición del alma… ¡cuándo te darás a todos… a todos, al príncipe y al paria, a ...
No es tu luz, Octubre. Ni son los pájaros y las flores. Ni tampoco es el verde nuevo, no. Es el silencio del canto. ...
¿Con qué desprecio, desde lo profundo, mira el mundo la mística guardilla que se levanta, palomar, sencilla sobre ...
Fuera del mundo, limpio de cuidados, qué sereno, qué libre es el reposo en el sombrío huerto deleitoso, al amor de ...
A Elsa Enríquez Pintar primero una jaula con la puerta abierta pintar después algo bonito algo simple algo bello ...
Dos más dos cuatro cuatro y cuatro ocho ocho y ocho dieciséis… ¡Repetid! dice el maestro Dos más dos cuatro cuatro ...
La madre hace labores de punto El hijo hace la guerra A la madre le parece muy natural Y el padre ¿qué hace el ...
Tras haber cometido algunas fechorías Un bretón regresa a su terruño En Douarnenez pasea delante de las fábricas No ...
Buena gente escuchad mi lamento escuchad la historia de mi vida un huérfano os habla os cuenta sus sinsabores arre ...
Hagan plaza, den entrada, que viene triunfando Amor de una batalla mortal en que ha sido vencedor.