El ostiaco Ese gran invernal enlutado en una laguna seca, portador de antorchas mentirosas, y al que una sola patada enviaría a asarse en el Infierno, ese desvergonzado barbudo con ojos atascados de pelo de cabrón —qué hermoso y desnudo estaba con sus medias negras diciendo la misa—, ese ostiaco rojo de las noches con …