En los Hambrientos Años Treinta
los chicos solían vender sus cuerpos
por una buena comida.
En los Opulentos Sesenta
aún lo hacía
para afrontar los pagos a plazos.
En los Hambrientos Años Treinta
los chicos solían vender sus cuerpos
por una buena comida.
En los Opulentos Sesenta
aún lo hacía
para afrontar los pagos a plazos.