Prediqué cuatro mil sermones,
dirigí cuarenta misiones
y bauticé a muchos conversos.
Pero ninguna de mis obras
brilla con más luz en la memoria del mundo,
ni es tan preciada para mí como ésta:
salvé a los Bliss del divorcio,
librando a los hijos de semejante desgracia
para que pudieran hacerse hombres y mujeres de bien,
felices ellos y orgullo del pueblo.
Sección: Edgar Lee Masters