En el año 1943
en Eritrea
a un costado de siglo
Virginia y yo hablábamos de un muchacho
que conocía el lenguaje de las flores
entre nubes de mosquitos
bajo un calor sofocante.
Ambos creíamos firmemente en los baobabs y las caricias
y no teníamos nada que ver con esa guerra.
Pero al llegar a Nueva York
Virginia se compró un sombrero
yo una motocicleta
y el muchacho de quien hablámos, no sé
olvidó el lenguaje de las flores
Sección: Néstor Perlongher, Poetas de Argentina