La casa estaba en silencio y el mundo en calma.
El lector convirtiese en el libro; y la noche estival
era como el ser consciente del libro.
La casa estaba en silencio y el mundo en calma.
Las palabras fueron dichas como si no hubiera libro,
fuera de que el lector inclinado sobre la página
deseaba inclinarse, deseaba ser
el erudito para el cual su libro es real, para el cual
la noche estival es como una perfección del pensamiento.
La casa estaba en silencio porque debía estarlo.