El joven Hassan,
por casarse con una cristiana,
se bautizó. El cura,
como a un vikingo,
lo llamó Erik. Ahora
tiene dos nombres
y una sola mujer.
Sección: Octavio Paz
El joven Hassan,
por casarse con una cristiana,
se bautizó. El cura,
como a un vikingo,
lo llamó Erik. Ahora
tiene dos nombres
y una sola mujer.