Henri Michaux

Clown -HENRI MICHAUX

Un día.
Un día, pronto quizá.
Un día arrancaré el ancla que retiene a mi navío lejos de los mares.
Con esa especie de coraje necesario para ser nada y nada más que nada.
Me soltaré de todo lo que me parecía indisolublemente próximo.
Lo cortaré, lo voltearé, lo romperé, lo haré precipitarse en el abismo.
De golpe destapando mi pudor miserable, mis miserables combinaciones y encadenamiento «paso a paso».
Vaciado del absceso de ser alquien, beberé de nuevo el espacio estimulante.

A fuerza de ridiculeces, de venirme abajo (¿qué es venirse abajo?), por estallido, por vacío, por una total disipación-irrisión-purgación, expulsaré de mi la forma que se creía tan bien adherida, compuesta, coordinada, adecuada a mi contorno y a mis semejantes, tan dignos, tan dignos mis semejantes.

Reducido a una humildad de catástrofe, a una nivelación perfecta como después de una intensa batahola.
Devuelto por debajo de todo medida a mi rango real, al rango ínfimo del que no sé qué idea-ambición- me hiciera [desertar.
Aniquilando en cuanto a la altura, en cuanto a la estimación.
Perdido en un rincón lejano (o ni eso), sin nombre, sin identidad.

CLOWN, derribando en la carcajada, en la risotada, en lo grotesco, la sensación que contra toda evidencia me había [hecho de mi importancia,
Me hundiré.
Sin un centavo en el infinito-espíritu subyacente abierto a todos, abierto yo mismo a un nuevo e increíble rocío
a fuerza de ser nulo
y chato…
y risible…