Yo era entonces un viajero que recorría el páramo,
vi la liebre que saltaba alegre alrededor;
oí el fragor de los bosques y de las aguas distantes
o no las oía, feliz como un muchacho:
la agradable estación hizo mella en mi ánimo:
mis viejos recuerdos se esfumaron;
así como todas las costumbres humanas, tan vanas y melancólicas.
Sección: William Wordsworth