no hemos querido saber
acariciar
y ha habido otra confianza
otros alfabetos
junto al sud que despierta
en las palmas siguientes
nuestra unión retenia su delirio
y batía su mirada
sin otra ayuda que los pasos
a pleno aire
desaparece su error
y el silencio no necesita de mi infancia
son las palabras
los nuevos desiertos
poblados por la virtud que ascienden cada día
que parten confiados a la ciudad
para dibujar el absoluto ardiente de los bares