Washington Cucurto

Mi mamá se va a Estados Unidos – WASHINGTON CUCURTO

Mamá me llamó por teléfono y me dijo:
-Hijito, me voy a Estados Unidos a trabajar,
tal vez hasta consiga novio y me case.
El Sueño Americano es el sueño de todos,
en cambio el sueño Peronista es solo el sueño del proletariado.
-¿Qué otra oportunidad voy a tener para conocer
Estados Unidos?, me dijo.
Mamá nunca salió del país, ni siquiera salió de Buenos Aires.
Pero nada es en la vida como imaginamos.
¡Cómo va a sobrevivir una mujer de 85 años sola
en Estados Unidos, ni siquiera habla el idioma!
Pero toda excusa es en vano porque ella se va igual.
Ahora estamos en el aeropuerto,
llorando,
-mi hermano Cacho, de 71 años, le suplica
que se quede-
Mamá se va a Estados Unidos a triunfar.
En vez de morirse o jubilarse o caerse y quebrarse la cadera
que es algo que le sucede a todos los viejos
y quedar postrada en una cama
mamá se marcha a Estados Unidos a triunfar.
¡En vez de morirse se va a Estados Unidos!
Todos deberíamos irnos a otro lado.
Mamá mexicana.
Mamá guatemalteca,
mamá nicaragüense,
mamá trabajando en las maquiladoras en el norte de México,
piensa atravesar el desierto de Sonora en Jeep,
a toda velocidad, pisando los cráneos, crac, crac,
de los cadáveres de mujeres que los narcos arrojan al desierto.
¡Elvira Arroyo! ¡Delia Cifuentes! ¡Susana Chaves!,
“Voy a enterrar mi maternidad en el Desierto,
voy a realizar un unipersonal en el teatro”, me escribe en un mail
escueto y sospechoso,
enviado desde Ciudad Juárez.
¿Mamá se habrá volcado al negocio del narcotráfico?
“Voy a reventar mi jubilación en el casino de las Vegas
y me volveré millonaria. No pienso darte un peso,
ni a vos, ni a tus hermanos ni a tus gordos hijos”.
Oh dios, haber nacido en el vientre de esta mujer.