A menudo me arrojo hacia adelante como el mar sobre la playa. Pero todavía no sé qué hacer Me arrojo hacia adelante. Vuelvo atrás, vuelvo a arrojarme hacia adelante.
Mi impulso creciente pronto encontrará forma. Es preciso. La amolltud del movimiento me hace jadear (no con los pulmones, sino con una respiración únicamente psíquica)
¿Bera un asesinato? ¿Será una onda misericordiosa sobre el Mundo? Aún no se sabe. Pero es inminente.
Espero oprimido el rompimiento de la ola preparatoria.
Llegó el momento
Fue la onda de alegría, esta vez, la ostentación de benevolencia.