una bonita figura aun si es de la mujer amada no es más que un rompecabezas el síntoma de la prefiguración del amasijo de cables inextricable de un sistema que hay que distribuir cueste lo que cueste en planos perspectivistas traídos por los pelos del perfume por más delicioso que sea del montón de mierda que los tonos de los proyectores hacen prosperar en sus probetas a la temperatura del rosado que conviene trazar con las cenizas heladas de sus ángulos y curvas ante el azar que no logra marchitar cortados a ras de suelo y madurando en temporada el fruto salvo que en su ventana descargue su golpe mortal en la batalla apenas discernible detrás de la cortina salmón de las patas de las ibis la razón enloquecida y desnuda
Sección: Pablo Picasso