Paul Claudel Poemas en prosa

Pensamiento en el mar – Paul Claudel

Pensamiento en el mar

El barco prosigue su ruta entre las islas; el mar está tan tranquilo que se diría no existe. Son las once de la mañana y no se puede decir si llueve o no.

El pensamiento del viajero se traslada al año anterior. Vuelve a ver su travesía del Océano en la noche y la ráfaga, los puertos, los atracaderos, el arribo un domingo de Carnaval, el rodar hacia la casa, mientras que con una mirada fría contemplaba a través del cristal sucio de barro las fiestas horribles de la muchedumbre. Iban a mostrársele de nuevo los parientes, los amigos, los lugares, y luego sería necesario partir otra vez. ¡Amarga entrevista!, como si estuviese permitido a alguien anular su pasado. Es esto lo que hace el retorno más triste que una partida. El viajero regresa a su casa como un huésped; es extraño a todo, y todo es extraño para él. Servidora, cuelga solamente la manta de viaje y no te la lleves. ¡Una vez más habrá que partir! Aquí se lo ve sentado de nuevo a la mesa familiar, convidado dudoso y precario. ¡Pero no, parientes! Ese transeúnte a quien habéis recibido, con sus oídos abrumados por el estrépito de los trenes y el clamor del mar, oscilante, como un hombre que sueña, con el profundo movimiento que todavía siente bajo sus pies, y que nuevamente habrá de llevárselo, ya no es el mismo hombre que condujisteis al muelle fatal. La separación se cumplió, y el destierro en el que entró lo sigue.

 

Paul Claudel