Teme, alma mía, la grandeza. Y si no puedes vencer tus ambiciones, con cautela y precaución secúndalas. Cuanto más adelante vayas, estate más atenta y avisada. Y cuando […]
Teme, alma mía, la grandeza. Y si no puedes vencer tus ambiciones, con cautela y precaución secúndalas. Cuanto más adelante vayas, estate más atenta y avisada. Y cuando […]