A Camille Mauclair. A lo largo de esta escalera sin fin como la escala de Ezequiel, se despliega un Pavo Real cuya cola triunfante exhibe un enjambre de ojos fabulosos; el espléndido pájaro, no obstante, peca por la enredadera de su andar y por el verbo irrisorio que el lagarto de su cuello clava …