A una casa de rosa no te acerques… A una casa de rosa no te acerques demasiado, que estragos de una brisa o el rocío inundándola -una gota- abatirán su muro, amedrentado. Y atar no intentes a la mariposa, ni escalar setos del arrobamiento. Hallar descanso en lo inseguro está en el mismo ser de …