¡Agua, agua, agua! Eso voy gritando por calles y plazas. ¡Agua, agua, agua! No quiero beberla, No quiero tomarla, No es la boca mía la que pide agua. El alma de seca, de seca, Se rasga. Por eso me lanzo por calles y plazas Pidiendo a destajo: ¡Agua, agua, agua! Abridme las venas, Vertedles la …
Autor: antologianos
Tú que me quieres blanca – ALFONSINA STORNI
Tú me quieres alba, Me quieres de espumas, Me quieres de nácar. Que sea azucena Sobre todas, casta. De perfume tenue. Corola cerrada. Ni un rayo de luna Filtrado me haya. Ni una margarita Se diga mi hermana. Tú me quieres nivea, Tú me quieres blanca, Tú me quieres alba. Tú que hubiste todas Las …
La inquietud del rosal – ALFONSINA STORNI
El rosal en su inquieto modo de florecer va quemando la savia que alimenta su ser. ¡Fijaos en las rosas que caen del rosal: Tantas son que la planta morirá de este mal! El rosal no es adulto y su vida impaciente se consume al dar flores precipitadamente.
Accidente en la construcción – JUAN GELMAN
Roberto, José, Antonio, Juan, Esteban, bajo sus nombres de albañil se fueron de la vida. Américo, Paulino, sus cucharas hablan, caminan, se detienen a meditar al borde de lo oscuro. Ellos están encima ya del aire, alguno termina de silbar lo comenzado. En silencio construyen su eternidad: el pueblo que no olvida.
Llamamiento contra la preparación de una guerra atómica – JUAN GELMAN
Voy a firmar aquí porque me digo que es bueno andar con la sonrisa entera, silbar bajito una canción cualquiera, tener un perro, un árbol, un amigo. Voy a firmar aquí con el testigo del cielo azul sobre la lapicera, porque me acuerdo de una primavera que se coló una vez por mi postigo. Voy …
El extranjero – CHARLES BAUDELAIRE
—¿A quién quieres más, hombre enigmático, dime, a tu padre, a tu madre, a tu hermana o a tu hermano? —Ni padre, ni madre, ni hermana, ni hermano tengo. —¿A tus amigos? —Empleáis una palabra cuyo sentido, hasta hoy, no he llegado a conocer. —¿A tu patria? —Ignoro en qué latitud está situada. —¿A la …
El puerto – CHARLES BAUDELAIRE
Un puerto es morada encantadora para un alma cansada de las luchas de la vida. La amplitud del cielo, la arquitectura móvil de las nubes, el colorido cambiante del mar, el centelleo de los faros, son prisma adecuado maravillosamente para distraer los ojos sin cansarlos nunca. Las formas esbeltas de los navíos de aparejo complicado, …
Oda y elegía de las calles – CONSTANTINO CAVAFIS
El andar del primer caminante; el vivo vocear del primer vendedor; el abrirse de las primeras ventanas, de la primera puerta —es la oda que de mañana oyen las calles. Los pasos del último caminante; el vocear del último vendedor; el cierre de puertas y ventanas— es la voz de la elegía que al anochecer …
No comprendiste – CONSTANTINO CAVAFIS
A propósito de nuestras convicciones religiosas dijo el estúpido de Juliano: «Leí, comprendí, rechacé.» Es decir, nos redujo a la nada con su «rechacé», el muy ridículo. Semejantes ocurrencias no nos valen a nosotros, los cristianos. «Leíste, pero no comprendiste; pues si hubieras comprendido, no habrías rechazado» respondimos de inmediato.
Pintura – CONSTANTINO CAVAFIS
A mi trabajo quiero y me entrego. Mas hoy mi aturdimiento no me alienta a componer. El día pesa en mí. Su aspecto se ensombrece cada vez más. No cesa el viento ni la lluvia. Prefiero mirar a escribir. Veo ahora en este cuadro a un muchacho hermoso, echado junto a una fuente, cansado quizá …
Troyanos – CONSTANTINO CAVAFIS
Son nuestras fatigas, las de los infortunados, son nuestras fatigas como las de los troyanos. A poco que triunfemos; a poco que orgullosos nos sintamos, comenzamos ya a tener ánimo y buenas esperanzas. Pero siempre ocurre algo y nos detiene. Aquiles surge en la trinchera ante nosotros y a grandes voces nos espanta. Son nuestras …
Cuanto puedas – CONSTANTINO CAVAFIS
Aunque no puedas hacer tu vida como quieras, inténtalo al menos cuanto puedas: no la envilezcas en el trato desmedido con la gente, en el tráfago desmedido y los discursos. No la envilezcas a fuerza de trasegarla errando de continuo y exponiéndola a la estupidez cotidiana de las relaciones y el comercio hasta volverse una …
Fin – CONSTANTINO CAVAFIS
En medio del temor y las sospechas, con la mente trastornada y los ojos espantados, nos consumimos y planeamos cómo hacer por escapar del seguro peligro tan atroz que nos acecha. Y, sin embargo, en qué error estamos, el peligro no está en nuestro camino. Eran mentiras las noticias (o no las escuchamos o las …
Idus de marzo – CONSTANTINO CAVAFIS
Teme, alma mía, la grandeza. Y si no puedes vencer tus ambiciones, con cautela y precaución secúndalas. Cuanto más adelante vayas, estate más atenta y avisada. Y cuando llegado hayas a tu cénit, un César ya, cuando de un hombre afamado tengas porte, entonces, en especial cuando salgas a la calle, ilustre señor con tu …
Los sabios saben lo que se avecina – CONSTANTINO CAVAFIS
«Pues los dioses saben el futuro; los hombres, el presente, y los sabios, lo que se avecina.» FILOSTRATO, Vida de Apolonio de Tiana, 8.7. Los hombres conocen el presente. El futuro lo conocen los dioses, únicos dueños absolutos de todas las luces. Pero del futuro, los sabios captan lo que se avecina. En ocasiones …
La satrapia – CONSTANTINO CAVAFIS
¡Qué lástima! Cuando estas hecho para las hermosas y grandes hazañas, este injusto destino tuyo siempre te niega el estímulo y el triunfo. Son tus obstáculos las viles costumbres, mezquindades y desidias. Y qué horrible el día que cedes (el día en que te rindes y cedes), y te pones en camino para Susa y …
Inventa una migraña… – JEAN COCTEAU
Inventa una migraña, un vértigo, un mal humano, aduce una excusa actual. Nunca deben cogerte en flagrante delito conmigo.
Trabajo… – JEAN COCTEAU
Trabajo, he aquí la pluma, el papel: la pista blanca donde el hombre puede torear con el misterio.
Qué príncipe… – JEAN COCTEAU
¿Qué príncipe, qué capitán irá a despertarte donde duermes?
He vuelto a la ciudad… – JEAN COCTEAU
He vuelto a la ciudad. Mi habitación está caliente. Es el día 860 de la epidemia del crimen, El 860 día que aumenta el malentendido, y los eternos agravios.
Hoy vengo de tu frente – MANUEL DEL CABRAL
Hoy vengo de tu frente tan sencillo, tan claro, que hoy le digo Manuel a una gota de agua.
Viejo puente – MANUEL DEL CABRAL
Mi risa está tan adentro que estoy triste cuando rio. Enséñame, viejo puente, a dejar pasar el río.
Agua – MANUEL DEL CABRAL
La del río, ¡qué blanda! Pero qué dura es ésta: ¡La que cae de los párpados es un agua que piensa!
Poesía – MANUEL DEL CABRAL
Agua tan pura que casi no se ve en el vaso agua. Del otro lado está el mundo. De este lado, casi nada … Un agua pura, tan limpia que da trabajo mirarla.
Carta al indio Rául – MANUEL DEL CABRAL
Raúl, cuando los hombres llegaron con su emoción a sueldo, con su sueño tasado, yo sé que tú no lo sabías, no lo sabes aún … Ellos vendieron todo, lo hipotecaron todo; pusieron triste hasta los dientes de los niños, el aire lo ficharon, la atmósfera tenía su agrimensor, la palabra era un ruido de …
Manual de combate – CHARLES BUKOWSKI
Dijeron que Céline era un nazi dijeron que Pound era un fascista dijeron que Hamsun era un nazi y un fascista. Pusieron a Dostoievsky frente a un pelotón de fusilamiento y mataron a Lorca le dieron electrochoques a Hemingway (y vos sabes que se pegó un tiro) y echaron a Villon de la ciudad (París) …
3 Horas, 16 minutos y 30 segundos… – CHARLES BUKOWSKI
Se supone que soy un gran poeta y tengo sueño por la tarde sé que la muerte es un toro gigantesco dispuesto a embestirme y tengo sueño por la tarde sé que hay guerras y hombres que pelean en el ring sé que hay buena comida, buenos vinos, buenas mujeres y tengo sueño por la …
Sé amable… – CHARLES BUKOWSKI
Siempre nos piden que entendamos el punto de vista de los otros sin importar si es anticuado necio asqueroso. A uno le piden que entienda amablemente todos los errores de los otros sus vidas desperdiciadas sobre todo si son de edad avanzada. Pero su edad es lo único en lo que nos fijamos. Han envejecido …
Plenos poderes – PABLO NERUDA
A puro sol escribo, a plena calle, a pleno mar, en donde puedo canto, sólo la noche errante me detiene pero en su interrupción recojo espacio, recojo sombra para mucho tiempo. El trigo negro de la noche crece mientras mis ojos miden la pradera y así de sol a sol hago las llaves: busco en …
Sumario – PABLO NERUDA
Estoy contento con tantos deberes que me impuse, en mi vida se amasaron extraños materiales: tiernos fantasmas que me despeinaban, categóricas manos minerales, un viento sin razón que me agitaba, la espina de unos besos lacerantes, la dura realidad de mis hermanos, mi deber imperioso de vigía, mi inclinación a ser sólo yo mismo en …