Arte poética
Antes que nada música,
Y a lo Impar favorece,
Que se pierde en el aire
Sin que se pose o pese.
En la elección de tus palabras
Tienes que ser remiso:
Nada mejor que el canto gris
Que une lo Indeciso a lo Preciso.
La intensa claridad del mediodía
Se vuelve dulce si es de otoño el cielo,
¡Ese amasijo azul de las estrellas!
Son más bellos los ojos tras el velo.
Porque el matiz queremos todavía,
¡Y tan sólo el matiz, nunca el Color!
¡Oh, matiz, nuestra única esperanza,
Sueño en el sueño y canto en el rumor!
¡La Punta criminal ten a distancia,
El espíritu cruel, la Risa impura,
Que hacen llorar los ojos de lo Azul
Con ese ajo de vulgar fritura!
Tuércele el cuello a la elocuencia
Y en este tren enérgico pretende
Que tu rima se esté más avisada.
¿Adónde irá si se la desatiende?
¿Quién dirá los errores de la rima?
¿Qué niño sordo o qué demente esclavo
Forjó esta hueca joya de un centavo
Que suena a falsedad bajo la lima?
¡Música entonces, todavía y siempre!
Que tu palabra tenga ese temblor
Del alma que uno siente cómo, alada,
Hacia otros cielos vuela y otro amor.
Que tu palabra sea la aventura
En el viento crucial de la mañana
Donde perfuman menta y mejorana…
Y todo el resto es literatura.