El centro del amor no siempre coincide con el centro de la vida. Ambos centros se buscan entonces como dos animales atribulados. Pero casi nunca se encuentran, porque la clave de la coincidencia es otra: nacer juntos. Nacer juntos, como debieran nacer y morir todos los amantes.
Categoría: Roberto Juarroz
Detener la palabra… – ROBERTO JUARROZ
Detener la palabra un segundo antes del labio, un segundo antes de la voracidad compartida, un segundo antes del corazón del otro, para que haya por lo menos un pájaro que puede prescindir de todo nido. El destino es de aire. Las brújulas señalan uno solo de sus hilos, pero la ausencia necesita otros para …
Cada uno tiene su pedazo de tiempo… – ROBERTO JUARROZ
Cada uno tiene su pedazo de tiempo y su pedazo de espacio, su fragmento de vida y su fragmento de muerte. Pero a veces los pedazos se cambian y alguien vive con la vida de otro o alguien muere con la muerte de otro. Casi nadie está hecho tan sólo con lo propio. Pero hay …
Así como no podemos… – ROBERTO JUARROZ
Así como no podemossostener mucho tiempo una mirada,tampoco podemos sostener mucho tiempo la alegría,la espiral del amor,la gratuidad del pensamiento,la tierra en suspensión del cántico. No podemos ni siquiera sostener mucho tiempolas proporciones del silenciocuando algo lo visita.Y menos todavíacuando nada lo visita. El hombre no puede sostener mucho tiempo al hombre,ni tampoco a lo …